¡Terminamos ya el curso! El último día para poder subir trabajos será el día 8 de Mayo a las 23:59. A ponerse las pilas que ya queda poquito!!!!

sábado, 20 de marzo de 2010

JORGE OTEIZA


Jorge Oteiza fue un escultor clave de la vanguardia de la década de los cincuenta. Jorge Oteiza Embil nació en Orio, en 1.908, en el seno de una familia acomodada que había prosperado en el negocio de la hostelería. Fue un niño introvertido y acosado por temores irracionales, distante de los juegos y las riñas de los demás niños.
Entre 1914 y 1920 cursó el bachillerato en el Colegio del Sagrado Corazón de San Sebastián y en el de los Capuchinos de Lekaroz, Navarra, y durante esos años su personalidad cambió radicalmente, haciéndose más extravertido y sociable. Practicó el boxeo y teatro, y conoció a artistas como el pintor Juan Cabanas o el músico Nicanor Zabaleta.
Comenzó su actividad artística en San Sebastián en los años 20, en contacto con los jóvenes que desarrollaban la vanguardia artística en su ciudad. Las primeras obras escultóricas de Oteiza están fuertemente influenciadas por el cubismo y el primitivismo.

En 1927 se trasladó a Madrid con el propósito de estudiar arquitectura, aunque finalmente tuvo que matricularse en medicina. Pese a que no terminó la carrera, la asignatura de bioquímica despertó su interés por la escultura y por la experimentación de lo que él definió como «biología del espacio». Fue también en la capital de España donde se acentuó, desde posiciones sociales y de izquierdas, su conciencia identitaria vasca.
Ya en los años treinta, junto a sus amigos los pintores Narkis de Balenciaga y Nicolás de Lekuona, se introdujo en la vida artística de San Sebastián a través de diversas exposiciones y concursos. Así, en 1931 fue galardonado con el primer premio en el IX Concurso de Artistas Noveles Guipuzcoanos, con una escultura singularmente titulada: Adán y Eva, TgS=A/B (tangente S igual a A partido por B).
Con el fin de investigar la estética de la escultura precolombina, en 1933 viaja a Sudamérica (Bolivia, Colombia, Argentina, Chile) donde permanece hasta 1949 sorteando la Guerra Civil Española. Durante esos años, fue profesor en la Escuela Nacional de Cerámica de Buenos Aires, participó en Santiago de Chile en la creación del teatro político experimental, se imbuyó de movimientos de vanguardia como el cubismo y el constructivismo, estudió con devoción la estatuaria megalítica de las culturas amerindias... Y además, conoció a quien fue el gran amor de su vida, Itziar Carreño, con la que se casó en 1938.
Durante la década de los cuarenta empezó a introducir oquedades en sus esculturas (en la línea del gran escultor británico Henry Moore), camino que seguirían sus esculturas posteriores. En este periodo escribe dos textos fundamentales para la comprensión de su proyecto artístico: Carta a los Artistas de América (1944) y La interpretación estética de la estatuaria megalítica americana (1952).


En 1948 regresó al País Vasco, instalándose en Bilbao. A su regreso a España trabaja el friso del apostolario de la Basílica de Nuestra Señora de Arantzazu (1949-51) obra del arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza. En esta gran obra Oteiza pone en práctica buena parte de las ideas apuntadas en los textos americanos.


Su intervención fue polémica: representó catorce apóstoles, y usó una estética demasiado vanguardista para el gusto de las instituciones eclesiástic,as. Esto provocó que la Comisión Pontificia paralizara la ejecución de las piezas por considerarlas sacrílegas. A instancias del papa Pablo VI, el proyecto se reanudó en 1968.
Las puertas del templo, fueron realizadas por Eduardo Chillida en hierro y en un estilo geométrico espacialista, e influyeron de forma decisiva en Oteiza. Durante años, ambos serían enemigos acérrimos, pero éste no pudo evitar que su obra evolucionara de forma distinta tras el trabajo de Chillida. De esta manera, en los años cincuenta, su período artístico más fructífero, abandonó definitivamente la figuración y se adentró por un camino de depuración formal y de diálogo entre la materia y el vacío.
En 1957 ganó el primer premio de escultura de la Bienal de São Paulo, en Brasil, con la serie Propósito experimental. En esos años realiza obras como las series Desocupación de la esfera (1957-1958) y Cajas vacías o Cajas Metafísicas (1958), en las que el objeto quedaba desmaterializado casi por completo, en favor de un espacio que él entendía metafísico y espiritual.




En 1959 abandona la actividad escultórica, al entender que había alcanzado su fase conclusiva, desarrollando nuevas inquietudes creativas como la poesía, la arquitectura o la filosofía, así como una gran actividad pública, e impulsando el movimiento de vanguardia con la creación de grupos como Gaur, Emen, Danok y Orain. En 1969, Oteiza funda la Escuela de Deba con el fin de poner en práctica estas ideas. Los trabajos críticos y teóricos también se completan con la poesía: Existe Dios al noroeste (1990) o Itziar elegía y otros poemas (1991).
Aunque siempre rehuyó los agasajos y los honores, a lo largo de su vida recibió premios tan importantes como el Príncipe de Asturias de las Artes, en 1988, o la Medalla del Círculo de Bellas Artes, en 1998. En 1992 donó su legado al pueblo vasco. Tras su muerte, en primavera del 2003, abrió sus puertas al público la Fundación Jorge Oteiza en la localidad de Alzuza.
FUENTES
http://www.elmundodewayne.es/2010/03/14/jorge-oteiza-y-la-escultura-en-espana/
http://www.elconfidencial.com/tendencias/limites-transparencia-muestra-mejor-jorge-oteiza-20100225.html
http://www.wikio.es/news/Jorge+Oteiza
http://www.esculturaurbana.com/paginas/ote.htm

SARA LÓPEZ

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