¡Terminamos ya el curso! El último día para poder subir trabajos será el día 8 de Mayo a las 23:59. A ponerse las pilas que ya queda poquito!!!!

jueves, 3 de diciembre de 2009

MARIANO JOSE DE LARRA, EL PERIODISTA ESPAÑOL POR EXCELENCIA

Probablemente un escritor que no pasara a la historia por su calidad, que bien la poseía, y bien como el mejor ensayista y periodista mas grande de la historia de este país, pero si se puede decir que Mariano José De Larra ha pasado a la historia de este país como el Primer periodista claro y por ser un escritor mas centrado en la claridad que en la calidad. Por eso quizás ha destacado tanto. Por eso y por haberse suicidado con 27 años, que no 28 como dicen malas fuentes, en extrañas circunstancias.

Mariano José de Larra nace en Madrid el 25 de marzo de 1809, en la capital española, en la calle de Segovia, donde estaba situada la antigua Casa de la Moneda. En ella trabajaba su abuelo. Sus padres fueron Mariano de Larra y Langelot y su segunda esposa, María de los Dolores Sánchez de Castro.

Como su padre era distinguidamente afrancesado (partidarios de la ocupación francesa en España durante la Guerra De Independencia Española, 1808-1814), durante la Guerra tuvieron que exiliarse a Burdeos, ya que era cirujano del ejercito del rey José Bonaparte, siguiéndolos durante su exilio, que siguió en parís

A su vuelta a España, larra prosigue sus estudios comenzados en Francia (tenia 4 años cuando exilió)
y fue siguiendo a su padre en los destinos que iba ocupando en distintos puntos de España (Corrella (Navarra), 1822–1823; Caceres, 1823–1824; Aranda del duero (Burgos), 1824 en adelante). En 1824 se instaló en valladolid para estudiar en la universidad. Aunque no se presentó a ningún examen ese curso, en octubre de 1825 aprobó todas las asignaturas. La causa de su no presencia en los exámenes puede deberse a un «acontecimiento misterioso» que alteró su carácter completamente. Algunas fuentes posteriores afirmaron que se enamoró de una mujer mucho mayor que él que resultó ser la amante de su padre.

Tras asistir a los exámenes de octubre, dejó los estudios de Valladolid y volvió a Madrid (1825).Prosigue sus estudios y en 1827 ingresa en los Voluntarios Realistas, cuerpo paramilitar formado por fervientes absolutistas, significados por su participación en la represión contra los liberales. Al tiempo empieza a escribir poesía, fundamentalmente odas y sátiras

Mas lo que le marcó a Larra sin duda alguna es su faceta periodista, faceta que comenzó a elaborar a partir de 1928, cuando el joven madrileño tenia tan solo 19 años. En esta fecha publica un folleto mensual llamado El duende satírico del dia, que sera una serie de 5 cuadernos en la línea de las revistas de ensayos inauguradas en Inglaterra a comienzos del XVIII, dedicados todos estos a la severa critica de la sociedad de la época. Es en este tiempo cuando empieza a utilizar el seudónimo de EL DUENDE, uno de los apodos que utilizaría.

Aun pudiendo ser así o parecererlo, la verdad es que Larra nunca fue un opositor del régimen absolutista, sino que tan solo se dedico a hacer una mirada critica y realista de la España del momento, una España que dejaba atrás una guerra de independencia, vivía un régimen del rey Fernando VII y a la que le quedaba por vivir su sucesión y las guerras Carlistas. Buen panorama tenia para hacer una buena critica.

Y es que de hecho, en una taberna de la capital, donde acudían frecuentemente Larra y algunos de sus compañeros intelectuales, (a la que apodaron “el parnasillo”), tuvo una fuerte discursion con un mandatario de un medio periodístico, y como Larra nunca se calló, le costó el cierre de su revista ya que dicho propietario de la otra publicación acude a las autoridades, que cierran la publicación. No obstante, Larra había conseguido ya cierto renombre como agudo observador de las costumbres y de la realidad cultural, social y política del momento.

En 1829 se casa con su 1ª mujer, Josefa Wetoret, con la que fracasa matrimonialmente, pero que deja 3 hijos, el primero, Mariano, que se convertiría en un libretista de zarzuela, fracasado para que mentir, la segunda, Adela, se convirio en la querida de Amadeo De Saboya, y la tercera, Baldomera, se casa con el medico del rey, que al tiempo la deja por otra mujer y se va a las Americas, y Baldomera se convierte en una de las primeras creadoras de la estafa piramidal, que le costo la cárcel y murió en Argentina. Una familia singular en todo caso.

Durante 1830, Larra se dedica a la traducción de piezas francesas para el empresario teatral Juan Grimaldi, al tiempo que empieza a escribir las suyas propias. Ese año sería crucial, puesto que conoce a Dolores Armijo, casada con un hijo del conocido abogado Manuel María de Cambronero, con la que iniciaría una tormentosa relación en 183, al tiempo que seguía casado con Josefa Wetoret,.
En 1832 vuelve al periodismo de crítica social con El Pobrecito Hablador, en el cual escribió con el seudónimo de Juan Pérez de Munguía. En El Pobrecito, Larra muestra la ilusión ilustrada y progresista de que es posible superar, con la esperanza en el mañana, el castellanismo viejo de un patriotismo anquilosado en el pasado.

El Pobrecito Hablador cesa de publicarse en marzo de 1833, varios meses después de que Larra comenzase a colaborar con La Revista Española, periódico de orientación liberal que había nacido en noviembre de 1832, aprovechando que la enfermedad del rey había dejado el gobierno en manos de la reina Maria Cristina, abriendo las esperanzas de los Liberales. Con el seudónimo de Fígaro, insertaría crítica literaria y política dentro de cuadros costumbristas, al amparo de la relajación auspiciada por la muerte de Fernando VII. Se harán famosos artículos como Vuelva usted mañana, El castellano viejo, Entre qué gentes estamos, En este país y El casarse pronto y mal, entre otros. Más allá de la crítica social, Larra ataca a los carlistas comprometido con la transformación política del absolutismo al liberalismo.
En 1835, De regreso en Madrid, después de viajar durante meses por Portugal y lisboa, donde conoció entre otros a Víctor Hugo, trabajó para el periódico El Español.

En esta época, la preocupación política dominaba en sus escritos. Larra apoya al principio al gobierno de Mendizábal, sin embargo comienza a criticarle al observar que la desamortización redunda en perjuicio de los más necesitados. Tras la caída del gobierno de Mendizábal, decidió intervenir en la política activa a favor de los moderados, siendo elegido diputado por Ávila (1836). Sin embargo, el Motin de la Granja (12 de agosto de 1836), con la que se restaura la Constitución de 1812, impidió que tomara posesión de su escaño.

Ya desde 1836, coincidiendo la profunda y pobre España con su separación definitiva con su amante Dolores Armijo, se notaba en Mariano José De Larra un hondo pesimismo, como muestran algunas de sus obras.
Y es en el ya anochecido el 13 de febrero de 1837 cuando Dolores Armijo, acompañada de su cuñada, le visita en su casa del tercer piso de la calle Santa Clara nº 3, comunicándole que no había ninguna posibilidad de acuerdo. Apenas han salido las dos mujeres de la casa, se suicidó de un pistoletazo en la sien derecha. Tenía veintisiete años largos, casi 28 (de ahí a la famosa duda de su edad).

Su entierro, el día 15, fue multitudinario. Mientras el cadáver era introducido en un nicho del cementerio madrileño del Norte (donde ahora se sitúa el estadio de Vallehermoso), el joven poeta vallisoletano, José Zorrilla, leyó un poema dedicado a Larra que conmocionó a los allí congregados. En 1842 fueron trasladados sus restos a la Sacramental de San Nicolás, que estaba situada en la calle de Méndez Álvaro (Madrid). En mayo de 1902 se volvieron a trasladar los restos a la madrileña Sacramental de San Justo, San Millán y Santa Cruz, depositándolos en el llamado Panteón de Hombres Ilustres que había construido la Asociación de Escritores y Artistas. Su entierro fue como su vida, una polémica, pues recordemos que todavía en esa época los que se suicidaban no tenían derecho a ser enterrados, pero Larra fue una excepción

Mariano José De Larra muere como el mejor de su época, un Periodista, crítico satírico y literario, y escritor costumbrista, publica en prensa más de doscientos artículos a lo largo de tan sólo ocho años. Y después de una época de olvido de este autor, En 1908 algunos de los representantes de la Generación del 98, Azorín, Unamuno y Baroja, llevan una corona de flores a su tumba, homenaje que significa su redescubrimiento y la identificación del grupo con el pensamiento de Larra y con su preocupación por España.



FUENTE: wikipedia y propia
TRABAJO REALIZADO POR: Alejandro Ariza Bruzon y Cristian Moreno Lechuga

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