Accidente de Aznalcóllar

En el siguiente trabajo, nos hemos preocupado por los sucesos medio ambientales que han ocurrido en España, más en concreto en el conocido “Accidente de Aznalcóllar”. Este accidente tuvo lugar el 25 de abril de 1998 en las instalaciones de la empresa Boliden-Apirsa, que explotaba una mina en el pueblo de Aznalcóllar. Boliden-Apirsa había comprado la mina en 1987, fecha en la que ésta llevaba ya bastantes años en funcionamiento.


De la mina se extrae cinc, plata, plomo y cobre que se extraen de un criadero pirítico, aunque la mina también contiene pequeños % de arsénico, cadmio, talio, entre otros, estos se disgregan en la propio instalación y se tritura para formar granos muy finos. Entonces la separación de metales se produce por medio de un proceso de flotación, en el que se usa agua, dióxido de azufre, hidróxido de calcio, etc…

Un derrame fue informado por un residente a la compañía por teléfono un día antes de que ocurriera el incendio. En el derrame que provocó la catástrofe, se virtió aproximadamente 700 toneladas de petróleo. El petróleo se extendió a través de una zona embalsada por debajo de las casas ayudado por una corriente de agua subterránea.


Se avisó a la población 2 minutos antes de que comenzara el incendio, lo que evitó la evacuación de la mayoría de los habitantes. El incendio destruyó todo el poblado, aunque no hubo muertes ni heridos.


En el momento del accidente, los residuos del proceso se vertían a un enorme estanque artificial, una forma muy usada para gestionar y almacenar este tipo de residuos. El estanque contenía 31 millones de toneladas de fango. En torno al estanque se construyo un dique de contención que se iba aumentando periódicamente para aumentar su capacidad.


En la noche del 24 al 25 de abril de 1998, el dique que aseguraba la balsa sufrió una rotura de unos 50 metros de longitud. Se vertieron alrededor de 3 millones de metros cúbicos de fangos y 4 millones de metros cúbicos de aguas ácidas, que contaminaron unas 4.500 hectáreas de tierra en los bordes del Parque Nacional "Coto de Doñana" y que alcanzaron el río Guadiamar.
La mayor parte de los fangos permanecieron en las proximidades del embalse, donde se encontraron capas de hasta dos metros de espesor. La capa que cubría la mayor parte de la superficie afectada era de unos veinte centímetros.


Las autoridades locales, provinciales y regionales y la empresa titular de la mina realizaron trabajos de emergencia para contener los fangos y las aguas ácidas, en especial con el fin de proteger la reserva natural del Coto de Doñana. Los trabajos de limpieza continuaron durante la mayor parte de 1998 y se repitieron en algunas zonas en 1999.
Los fangos y los suelos contaminados se llevaron al antiguo pozo de la mina de Aznalcóllar, situado al norte de la balsa. Tras recibir autorización de la Junta de Andalucía, la mina reanudó sus actividades en 1999, utilizando temporalmente el antiguo pozo de Aznalcóllar para verter sus residuos.

Los vertidos tóxicos de Aznalcóllar han arrasado cosechas, fauna, flora y suelos. Las pérdidas agrícolas se sitúan del orden de los 108 millones de €.

Las explotaciones afectadas han sido fundamentalmente de: 1225 Ha Eucaliptos, 1193 Ha Cereal y oleaginosas, 985 Ha Pastizales, 542 Ha Arrozales, 485 Ha Zonas palustres inundadas, 304 Ha Frutales y olivares, 220 Ha Algodón, 78 Ha Vegetación de ribera, 77 Ha Graveras, 52 Ha Dehesa clara y 43 Ha Cultivos hortícolas. Como era de esperar la vida en el río quedó muy gravemente afectada, así se han llegado a recoger 29680 kg peces muertos y 218 kg cangrejos (asfixiados por la gran cantidad de partículas en suspensión de las aguas y como resultado de la extrema acidez).


En conclusión, este accidente afectó de forma directa al medio ambiente y a la economía española.

Jorge Zhou Zheng
Jose Enrique Carrasco Pérez

Bibliografía

http://www.unizar.es/guiar/1/Accident/Aznalc.htm