Hola somos Irene y Lucia, en este trabajo os vamos a hablar de la Casa del Obispo, que visitamos hace dos años. Esperemos que os guste!
.Recorrido de la Casa del Obispo.
El recorrido de la Casa del Obispo sumerge al visitante en el continuo paso de civilizaciones por este solar de 1.500 metros cuadrados
A simple vista pueden parecer sólo piedras. La realidad es que son el legado de los siglos, de las civilizaciones que habitaron Cádiz a través del tiempo. Fenicios, púnicos, romanos, árabes y así hasta llegar al siglo XVIII.
La visita a la Casa del Obispo, nos acerca a la historia. El visitante puede salir con una idea bastante bien formada de lo que ocurrió a lo largo de los siglos en este escenario situado entre la catedral vieja y la nueva. La intención no es que el visitante aprenda arqueología, sino que se de cuenta de cómo han pasado las diferentes civilizaciones por este escenario y los diferentes usos que le han dado. Un viaje que los gaditanos no deben perderse.
El recorrido comienza en la Sala de las cisternas. Sorprende este primer lugar gracias a la presencia de las piletas romanas. No es el único tesoro que muestra. No hay que olvidar que en la Casa del Obispo las diferentes culturas se superponen, y las antiguas construcciones eran reutilizadas y aprovechadas por cada nuevo ocupante. Así, no es raro encontrar, por poner un ejemplo, sillares construidos por los romanos sobre los muros que dejó en herencia la influencia cartaginesa.
En el caso de la Sala de las cisternas, se mezclan las piletas de la época romana republicana con la estructura del edificio púnico, además de un muro del siglo XVII y un suelo de bolos que señala que fue empleado como corral en esta misma época. Los restos, se complementan con un panel que explica la línea cronológica desde las primeras huellas fenicias hasta el siglo XVIII.
Unas pasarelas de cristal, que dejan ver el suelo original, conducen hasta el siguiente área, la Sala de los sótanos. Se trata del espacio más hondo y en el que, como es habitual en toda la Casa del Obispo, también se entremezclan los restos de las distintas civilizaciones, aunque con especial predominancia de la civilización púnica. A ella pertenecen una serie de muros que permiten hacerse una idea de las dimensiones del edificio entre los siglos VI y III antes de Cristo. Se piensa que en esta época esta construcción podría haber sido utilizada como edificio religioso y esta tesis se apoya también en el monumento funerario, considerado fenicio púnico, que actualmente permanece enterrado fuera de la explanada que se extiende delante de la Casa del Obispo y frente al mar.
Junto a los muros de la época del control de Cartago, la sala también permite contemplar sillares romanos y pilares de piedra ostionera, fechados entre el siglo XVI y XVII, época en la que este edificio era el Palacio Episcopal.
Tras los sótanos, la Sala de las pinturas romanas brilla por su colorido. A los fragmentos encontrados se le une una recomposición en la que aparecen representados Melpómene, musa de la tragedia, Clío, musa de la historia, Apolo y su amante Corónide. A estas representaciones se le unen otros hallazgos, como restos de un feto y una tumba del siglo IV, así como, en el suelo, la huella de las construcciones púnicas, romanas, y del siglo XVI al XVIII. Sin olvidar, fragmentos del derrumbe que originó el terremoto del siglo III.
A lo largo de todo el yacimiento, pueden observarse desde lo más hondo hasta el nivel del suelo recuerdos que dejaron las sucesivas civilizaciones. Algo comprensible ya que según iban ocupando el solar, aprovechaban los cimientos y lo que permanecía en buen estado para las sucesivas construcciones.
La Sala de los establos es quizá la que mejor refleja esta superposición estratigráfica. Es el caso, por el ejemplo, de un pozo ciego aprovechando la estructura púnica y romana o un muro del siglo XVII sobre otro del XII. En este espacio es donde se observa el paso musulmán, bastante superficial ya que en esa época se valieron fundamentalmente de la estructura que se conservaba. Más notables son las marcas del Palacio Episcopal que ocupó esta planta entre el siglo XVII y XVIII y es fácil reconstruir, siempre con la ayuda de los paneles, su apariencia, donde estaban los corrales, los establos... Por último, se puede contemplar un muro de pilares púnico fechado en el siglo V a.C.
Llegado este punto, nos adentramos en la última fase del recorrido, que reserva más de una joya arqueológica. La Sala del criptopórtico es la más pequeña de todas pero también la más importante y, por último, la Sala del templo (que curiosamente no conserva ningún templo) guarda los restos más antiguos.
En la primera de ellas se conserva el criptopórtico que da nombre a la sala. Esta dificil estructura era utilizada para nivelar el terreno a través de una arcada. Sobre ella se construía el edificio y, el hueco que quedaba debajo, era empleado habitualmente como sótano o depósito de alimentos. Esta se trata de una construcción muy difícil de conservar.
Por último, la Sala del templo guarda los restos fenicios más antiguos de la ciudad. Se trata de una pequeña representación del edificio que levantaron los habitantes de la primitiva Gadir y que se encontró ya a finales del siglo XX junto a una fuente romana de la época republicana, que también se muestra a la vista del público. Completan el recorrido un muro de fachada del siglo IV o III a.C. y una cisterna con pozo en recodo del II a.C., convirtiéndose en uno de los espacios más completos en lo que a restos se refiere.
De Gadir a Cádiz, pasando por Gades. Así se resume la historia que cuenta la Casa del Obispo.
.Fenómenos paranormales.
El yacimiento ha llegado recientemente a los medios de comunicación por su sorprendente presente, ya que en este lugar se producen presuntos fenómenos extraños que desafían a la lógica. Tal vez estos sucesos están relacionados con el hecho de que el recinto en el que hoy se encuentra situado el enclave La Casa del Obispo de Cádiz es uno de los territorios sagrados más antiguos de Occidente y ha estado relacionado con el culto religioso durante siglos. Hay quien dice que existen pruebas suficientes para asegurar que el lugar sobre el que se levantan los restos de La Casa del Obispo ha estado relacionado con los templos de adoración desde épocas anteriores a los fenicios y han pasado todas las culturas religiosas de la ciudad. Este sitio ha sido desde un simple templo de rezo a un sanatorio-hospital e incluso ha servido como residencia a una de las iglesias de la localidad.
Una tumba pegada a La Casa del Obispo representa una de las primeras referencias a santos que obraban milagros fuera del catolicismo. Este fue un lugar de peregrinación de enfermos y el cuerpo de la tumba era conocido como el “hombre santo de Gades”.
En este lugar se han encontrado pruebas arqueológicas que demuestran la existencia de un templo de más de 3.000 años de antigüedad, lo que prueba que el origen de la ciudad es de hace tres milenios. Pero si la historia que soporta el yacimiento asombra por la complejidad e intensidad de lo vivido por quienes por él pasaron, también consiguen este efecto los presuntos fenómenos paranormales que se producen hoy en el lugar. Desde hace años este sitio ha sido protagonista de diferentes e inexplicables sucesos, que en ocasiones son tan extraños que los propios responsables del monumento no dan crédito a lo que ocurre. El miedo parece no hacer mella ni en la moral ni en el ánimo de los que mantienen este espacio abierto al público, ya que su máxima preocupación es encontrar una explicación a estos extraños acontecimientos.
.Tecnologia.
Algunos de los episodios más curiosos están relacionados con la tecnología. Son muchas las grabaciones realizadas por las cámaras de seguridad en las que se pueden ver esferas de luz realizando un recorrido por las salas del edificio. Aunque en la mayoría de los casos suelen aparecer en grupos pequeños, en ocasiones puede verse durante unos minutos un verdadero desfile de esferas. Otro de los fenómenos que suceden en La Casa del Obispo está relacionado con la iluminación de este lugar. El edificio, cuando no hay nadie las luces están apagadas y en el momento en que el visitante se acerca se encienden de manera automática.
Pero a veces las habitaciones se iluminan de pronto,como si algo o alguien entrara en ellas. Los responsables del lugar creen que este fenómeno es originado por un ser de carácter inteligente, ya que en ocasiones se encienden estancias seguidas, como si una persona se desplazara de una a otra. Han quedado también registrados en las cámaras de seguridad los movimientos de unos extraños seres luminosos que parecen revolotear por las salas. A veces se mueven por ellas a mucha velocidad o traspasan las paredes con facilidad. Hay quien cree que son algún tipo de insecto, pero nadie ha podido asegurarlo.
Muchos son los que han ofrecido una explicación fácil y rápida para los fenómenos que se producen en La Casa del Obispo, pero ninguna resulta seguro. A la hora de realizar cualquier suposición hay que tener en cuenta que el edificio donde está el yacimiento arqueológico está controlado por un superordenador central que vigila y mantiene estable desde el alumbrado a la temperatura, pasando por el registro central del sistema de cámaras, las alarmas o el cierre del complejo. Las cámaras de vigilancia del yacimiento tienen sensores de movimiento que hacen que cuando en una de las habitaciones se registra un mínimo movimiento o cualquier desplazamiento de un cuerpo sólido se pongan en marcha de forma inmediata.
Cuando es de noche y en el complejo no queda nadie, las habitaciones permanecen en completa oscuridad. Sin embargo, a veces las cámaras se ponen en marcha y en la penumbra captan el “baile” de varias esferas. Algunos se han atrevido a decir que una corriente de aire de una misma habitación puede ser la responsable de que se dispare la sensibilidad del sensor pero esto es imposible ya que se trata de un lugar donde no hay ventanas que se puedan abrir y en el que las puertas se cierran de forma mecánica.
Otro tanto ocurre con los sistemas de alumbrado de las estancias vigiladas. Controlados también por sensores de movimiento, estos solo se activan cuando un cuerpo corta el haz de luz que une las células fotoeléctricas, ya que utilizan el mismo sistema de funcionamiento que las puertas automáticas que se abren cuando alguien se acerca a ellas. Por otro lado, los responsables del recinto se plantean también la posibilidad de que las grabaciones estén relacionadas con insectos. Esta idea no es tan imposible como las anteriores, y tendría su lógica si hubiese pruebas que la demostraran.
Por su parte, los responsables de la preservación del yacimiento de La Casa del Obispo de Cádiz se mantienen al margen. Prefieren considerar estos extraños sucesos como un hecho curioso aislado, puramente anecdótico, que no afecta al funcionamiento ni a la conservación de este rico lugar arqueológico. La importancia cultural de este lugar es mayor que cualquier otro elemento por el que pueda darse a conocer a la opinión pública. Tener la oportunidad de recorrer las estancias de este lugar es lo más parecido a hacer un viaje por nuestra propia historia que ofrece la oportunidad de comprobar con nuestros propios ojos la esencia de lo que somos y un ejemplo palpable de lo que fuimos.
Información sacada de:
·Enciclopedia Encarta
·culturaclasica.com › Principal › Arqueología
·www.masalladelaciencia.es
Lucia Rodriguez Moron e Irene Torralba Guijeño 2ºBach B
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