¡Terminamos ya el curso! El último día para poder subir trabajos será el día 8 de Mayo a las 23:59. A ponerse las pilas que ya queda poquito!!!!

viernes, 30 de abril de 2010

La encuadernación se hizo arte: "El Taller de Galván" I parte






INTRODUCCIÓN


Hemos decidido realizar este trabajo porque, sin duda, al hablar de actividades artísticas en Cádiz, sobresale el Taller de Encuadernaciones de la Familia Galván. Y además, como merecido homenaje a José Galván Rodríguez, uno de los más distinguidos encuadernadores de arte contemporáneo, y a su Taller de Cádiz, en el que han seguido tan ejemplar tradición sus hijos Antonio, que es mi abuelo, y José, y también sus nietos, continuadores y colaboradores de esta bella profesión.

Una de las principales señas de identidad de nuestra ciudad es la capacidad creativa de esta familia de artistas encuadernadores. Poner de relieve su maravilloso trabajo artístico es un motivo de prestigio para todos y en especial para mí, por ser mi familia.

Es un acto de justicia, resaltar y realizar este trabajo pues el Taller de Galván está a la cabeza de los “santos lugares” de la encuadernación nacional.

Los libros encuadernados en su modesto taller gaditano, pueden verse hoy formando parte de las colecciones de las mejores bibliotecas, públicas y privadas, españolas y extranjeras, porque cuando hay calidad, la obra siempre traspasará cualquier frontera.

Gracias a la familia Galván, Cádiz es un lugar de referencia en el ámbito de la encuadernación de arte y sede del Concurso Nacional de Encuadernación de Arte “José Galván” en reconocimiento a su brillante y dilatada labor artística.



BIOGRAFÍAS


José Galván Rodríguez, uno de los más importantes encuadernadores contemporáneos, nació en el municipio sevillano de Puebla de Cazalla, el 24 de abril de 1905. Su vida laboral y profesional la desarrolló desde muy joven en Cádiz.

Ingresó en el colegio Salesiano de esta ciudad en 1915, donde adquiere una formación profesional y humana que irá decantándose hacia la tipografía, la encuadernación, la música, el diseño, el dibujo y la composición, conocimientos indispensables para la más completa formación del encuadernador de arte.

Respondiendo a su concepto humanista de la profesión, la música constituyó otra de sus facetas artísticas. Formó parte de la Banda Municipal de Cádiz como bombardino, en la que en una ocasión llegó a ser dirigido por el propio Manuel de Falla, al que encuadernó la partitura del “Amor Brujo”. Compuso también el Himno a la encuadernación.

Problemas oculares aconsejan al joven Galván abandonar la Tipografía y lo derivó a una especialidad entonces poco prestigiada, la encuadernación, que él supo sin embargo convertir en arte.



En 1925 es ya Maestro de taller de encuadernación y profesor y director de la Banda de Música en las Escuelas Salesianas.
En 1930, contrae matrimonio con Ana María Cuellar. En 1931 nació mi abuelo Antonio y en 1939 su segundo hijo José.

En 1941, abre su propio taller de encuadernación en Cádiz, en la Avenida de Portugal.
De 1940 a 1944 profundiza en el estudio del oficio y de la historia de la encuadernación.

Galván estudia metódicamente el proceso de la encuadernación y las técnicas decorativas y adquiere la cultura profesional necesaria para todo encuadernador o aficionado al libro.
En 1944 deja la docencia, puede vivir de la encuadernación y recibe encargos del bibliófilo Augusto Conte Lacave, Micaela Arámburu, María y José María Pemán, para quien realiza trabajos sencillos pero elegantes y de gran perfección técnica.

En 1945 conoce en Madrid al encuadernador Antolín Palomino, punto de referencia de la bibliofilia madrileña de la posguerra, maestro en el mosaicado de pieles.

En la España de esta época, Galván siente la experiencia de vivir en un ambiente poco proclive a la bibliofilia y de escasa tradición artístico-manual, en un aislamiento sólo superado por su voluntad autodidacta.

Obligado a trabajar con medios materiales limitados, sus encuadernaciones de arte terminadas en estos años tienen el mérito de haber sido ejecutadas a contracorriente gracias a un tesón que hoy nos hace valorar aún más sus logros.

Cuando casi todos consideraban en España la encuadernación un modesto oficio, José Galván ejecuta trabajos con un buen dorado, excelente dibujo y decoración bien resuelta y nítida. Suple su alejamiento, en Cádiz, con un gran esfuerzo personal.

En 1947 se le concedió el Primer premio en la Exposición Provincial de Artesanía.
En 1948, Galván recibe el encargo de encuadernar un Álbum de Firmas, obra con la que
la ciudad de Cádiz obsequia a Eva Duarte de Perón. Galván describe por primera vez un trabajo suyo como “encuadernación de arte”. Ese mismo año se incorporan a su taller sus hijos Antonio y José, a los que desde sus inicios inculca el amor por la obra bien hecha.



Ya por los años cincuenta sus trabajos merecieron aparecer en las revistas especializadas extranjeras.

Hay que pensar en las grandes dificultades a las que el artista tuvo que enfrentarse para estar al día de lo que se hacía no sólo en el resto del mundo sino en su propio país. Para superar esta dificultad, mantuvo durante toda su vida una interesante y abundante relación epistolar con las más importantes figuras e instituciones españolas y extranjeras relacionadas con la encuadernación de arte y formó parte de organizaciones y asociaciones tan importantes como La Chambre Syndicale de la Reliure, de París, la Messier der Einbankunt, de Alemania y la Sociedad Internacional de Artistas de la Encuadernación, de Centroeuropa. Prueba de su enorme interés por estar al día y por relacionarse con el mayor número de personas vinculadas a la profesión, todo ello para avanzar y aprender más, fueron sus intentos de establecerse en Madrid allá por la década de los cincuenta.

Visita las principales bibliotecas y se relaciona con destacados profesionales y bibliófilos del país, como César Paumard y Emilio Brugalla.

Fue un buen conocedor y admirador de los grandes maestros franceses de la primera mitad del siglo pasado, como Paul Bonet, Thérése Moncey y Roger Devauchelle, entre otros.
En 1949, publica un catálogo de encuadernaciones prologado por Doña Matilde López Serrano, directora de la Biblioteca del Palacio Real e ilustrado con doce fotografías de encuadernaciones de estilos clásicos y modernos.

Participa en exposiciones y concursos, Medalla de Honor en la Exposición Internacional celebrada en Madrid en 1953 y en la que en 1963 organiza el Ayuntamiento de Madrid como homenaje a los encuadernadores españoles.

En 1957 trasladan el taller a la Avenida Lebón, actualmente Juan Carlos I. Desde entonces, continúan en este lugar.



En 1958 y 1959, se casan sus hijos, pero en contra de lo que es costumbre, ellos, en lugar de establecerse por su cuenta, seguirán al lado de su padre. Ésta es una de las características del Taller de Galván, su carácter familiar que le emparenta con la mejor tradición artesanal.

En los años sesenta Galván goza ya de un prestigio consolidado y sus encuadernaciones son muy solicitadas por importantes bibliófilos.
En 1970 expone en la XIX Exposición de otoño, de la R.A. de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría.

El Ayuntamiento de Cádiz con motivo del Día del Libro en 1972 le dedica y ofrece una placa de plata como testimonio de admiración y reconocimiento y en 1987 la Medalla del Trimilenario de la ciudad.



En 1986 organizada por la Biblioteca Nacional de Madrid se celebra una magna exposición en la que Galván participa con una nutrida representación de encuadernaciones clásicas y modernas. Esta exposición la ilustraron con una conferencia sobre “El libro, la bibliofilia y la encuadernación”.

En diciembre de 1987 José Galván, cae enfermo, falleciendo el 27 de septiembre de 1989.
Le recordamos como un hombre sencillo, disciplinado, profundamente entregado a su profesión hasta sus últimos días, dotado de una exquisita sensibilidad y agudo sentido crítico.
Galván fue el fundador de una dinastía que ha alcanzado las cimas más sobresalientes del arte ligatorio. Un hombre que pudo unir una doble satisfacción, la de la naturaleza y la de haber transmitido a sus hijos y nietos el conocimiento y amor por los bellos libros y las buenas encuadernaciones.

Sus hijos Antonio y José Galván Cuellar, continúan la magnífica labor iniciada por su padre, alternando los trabajos de encuadernaciones artísticas con el dibujo y la acuarela, además José es un experto marbreador de bellos papeles.

Cursan sus primeros estudios en los colegios de S. Ignacio de los PP. Salesianos y de S. Felipe Neri de los PP. Marianistas, cumplimentándolos con cursos de dibujo y artes decorativas que alternan con trabajos de encuadernación y el pintado de papeles al baño, llegando a ser José un experto maestro, papeles que luego emplean en sus propias encuadernaciones y que son muy solicitados.
En 1948, como antes mencioné, se incorporaron al taller fundado por su padre.

Antonio, que es mi abuelo, pasó sus primeros años de estudiante en el Colegio de los Salesianos, donde su padre era profesor de música y encuadernación. Estudió el Bachiller Superior en San Felipe Neri de los PP. Marianistas. Su padre le aconsejó estudiar una carrera por si fallaba la encuadernación. Por ello, se decantó por la carrera de Perito Industrial. Realizó ésta en horario nocturno para así poder dedicarse durante el día al Taller de Encuadernación. En 1957 realizó el Proyecto Fin de Carrera.

Jeanne D'arc


En los años 90, desaparecido ya el patriarca, sus hijos van a asumir ese caudal inapreciable de conocimientos y experiencias que constituye la tradición paterna y van a dar un nuevo impulso al Taller. Uno y otro dominan en su totalidad el arte de la encuadernación y conocen sus más recientes tendencias. Antonio ha heredado de su padre el arte del dorado en cuyo terreno le iguala e incluso le supera. José prefiere el diseño. A destacar sus famosos papeles pintados al baño especialmente los marmorizados.

En 1986 la Biblioteca Colombina de Sevilla, poseedora de una de las colecciones más importantes y valiosas del mundo en manuscritos e impresos únicos, libros raros y curiosos, le encarga al Taller de Galván restaurar y encuadernar lo mejor que tenían.

En el Taller fueron restaurados entre otros el Marco Polo que poseyó el Almirante, la Geografía de Tolomeo, del mismo origen. También un magnífico ejemplar del Fuero Real de Castilla, Sevilla 1483; Código de las Siete Partidas, Sevilla 1491; Nebrija, Introductiones latinae, Salamanca 1495: Aristotelis Ethica cum commetis,Salamanca 1496; es admirable la encuadernación del Astronomicum de Marco Manlio, impreso en Bolonia 1474.

Don Quijote de la Mancha ( Bruselas, 1611)

Durante estos años, los premios y galardones de todo género no paran de llegar.
En 1991, el Gobierno andaluz les otorga la Medalla de Plata de Andalucía, como reconocimiento a su trayectoria artística.

Son socios fundadores en 1992 de AFEDA, Asociación para el Fomento de la Encuadernación de Arte.

En 1993, obtienen el Primer Premio Nacional de Encuadernaciones de Arte, convocado por el Ministerio de Cultura por la encuadernación “Un verano en Tenerife”, ejemplar que donan a la Biblioteca Nacional de Madrid.

Antonio es miembro del Ateneo Científico y Literario de Cádiz y Académico de Bellas Artes de la misma cuyo discurso de ingreso versó sobre “La encuadernación en el Siglo XX, ¿Evolución o Revolución?”, habiendo colaborado en la prensa local y nacional con la publicación de artículos sobre el libro y su arte. Su nombramiento nos llenó de orgullo a toda la familia, ya que hasta el momento ningún encuadernador había conseguido formar parte de una Academia de Bellas Artes.

Los trabajos se encuentran en las principales bibliotecas públicas y privadas. Biblioteca Nacional de Madrid, Palacio Real, Museo del Prado, Biblioteca Colombina. “Chateau d´Anet” de París, British Museum, Universidad de Harvard, Biblioteca Vaticana, Michigan, Montreal y San Francisco, así como en las bibliotecas de los más importantes libreros y bibliófilos. Entre ellos destaca D. Bartolomé March, el más importante mecenas de la encuadernación del S. XX.

También han confeccionado los “Libros de Honor” del Congreso de los Diputados, Palacio de la Moncloa, Presidencia de la Junta de Andalucía, Parlamento de las Islas Baleares y Andalucía, Cámara de Comercio de Madrid, Diputación y Ayuntamiento de Cádiz y Jerez, así como de Museos, Bibliotecas y Centros Culturales.

Libro de Honor de la Presidencia del Gobierno.

Las fotografías de sus obras han sido publicadas en las principales revistas técnicas europeas. Pertenecen a la Sociedad Internacional de Artistas europeos.

Por su taller han pasado, para su restauración y encuadernación, códices, preciosos incunables y bellos ejemplares del S. XVIII. También ediciones de bibliófilos del S.XX, como “Les chansons de Bilitis” de Chimot, “Bonjour tristesse” de Grau Sala, “Le livre de Christophe Colomb” de Decaris y primeras ediciones de Lorca, Neruda, Machado, Alberti o Alexaindre.

Geographia Ptolemaei (Roma, 1508)

En 1999, con motivo del I Congreso Nacional de Bibliofilia. Encuadernación Artística, Restauración y Patrimonio Bibliográfico, celebrado en Cádiz, el Ayuntamiento de la ciudad organiza una exposición sobre las encuadernaciones de Galván, y crea e institucionaliza el Premio Nacional de encuadernación “José Galván”, caso único en España, en reconocimiento a la dilatada labor profesional del taller.



En 2002 exponen en la Biblioteca Nacional de Madrid y en 2003 en la Biblioteca Wittockiana de Bruselas. Este mismo año reciben la Placa de Plata de la Diputación de Cádiz.

En 2004, con ocasión del II Concurso Nacional de Encuadernación de Arte “José Galván” vuelven a exponer, ya fuera de concurso y como miembros del jurado, sus bellas encuadernaciones de arte. El nieto del patriarca, José María Galván Dulce presenta un ejemplar de Coplas Tradicionales con decoración moderna diseñada y realizada por él, en homenaje a su abuelo y como muestra de que la continuidad del taller está asegurada. Este año reciben el nombramiento Premio Ateneo “Gaditano del año”.

En 2005 el taller recibe el encargo del proyecto y posterior encuadernación del Códice iluminado del S. X (año 975) del Beato de Liébana, Códex de Gerona. Es el ejemplar más antiguo que ha pasado por las manos de los Galván. Debido a su elevadísimo valor se trasladan a Gerona José Galván y su hijo Juan Manuel. Allí realizan no sólo la limpieza y reposición del oro y la plata de algunas miniaturas, sino también su restauración y reencuadernación. Fue una labor delicada y muy laboriosa realizada sin utilizar ningún tipo de colas y adhesivos para no perjudicar las hojas de pergamino adornadas con policromías mozárabes y escritura visigótica.
En 2006 exponen en el Museo Cerralbo de Madrid y en The Grolier Club de Nueva York.

El importante trabajo profesional realizado por los Galván a lo largo de las últimas siete décadas y la permanencia de este taller que tanto ha contribuido y contribuye a fomentar la encuadernación de arte está asegurada con una tercera generación integrada por cinco nietos del patriarca, José María, Juan Manuel, Antonio, Ana María y María José (éstas últimas mis tías).





EL TALLER DE LOS GALVÁN


Sin duda, entre los alicientes de Cádiz en el mundo del arte, está el taller de encuadernación de los Galván.

Visitar el taller de mi familia me llena de orgullo pues además de expertos encuadernadores son unos conversadores muy amenos e ilustrados. Siempre se aprende algo nuevo. Es una suma de oficio, arte, historia y humanidad. Como anécdota diré que el adjetivo con el que más defino a mi abuelo es “sabio” pues además de muy culto, como buen lector me ha inculcado el amor a la lectura, sobre todo, de libros de filosofía e historia. Es un humanista en pleno siglo XXI.

Ver cómo se cosen los pliegos y las variantes y calidad de los nudos; apreciar cómo se doran con pan de oro los filos de los pliegos sin cortar; entender qué cosa son los nervios de un libro (parte funcional antes que adorno); distinguir una greca hecha con rueda (preciosa herramienta que data del S XVI) de otra hecha con hierros o troqueles (de mucho mayor mérito); nombrar las tres técnicas tradicionales de la encuadernación: el gofrado (estampación de hierros sin oro), el dorado (estampación con oro) y el mosaico (collage de pieles de diferente color); oir que las mejores pieles vienen de París, son de cabra y se distinguen por la textura, desde la piel de grano fino (chagrín) hasta la más valiosa, de grano más grueso (el marroquin); tocar los papeles de agua hechos con tintas litográficas uno a uno con sus increíbles diseños; ver una prensa y una guillotina, etc… Sin duda, estas son las primeras lecciones que podemos recibir al visitar este famoso y prestigioso taller de encuadernación.


Se habla de libros, de primeras ediciones, de estilos artísticos en la encuadernación, de técnicas de dorado y gofrado. Se discute sobre la decoración de las cubiertas, la rotulación de los libros, la perfección de un mosaico o los tonos de un papel piedra. El taller es como una academia en la que se nos educa de la manera más espontánea y natural en el arte de la encuadernación.

La infancia de mi madre transcurrió viendo a su abuelo José, cuando ya era bastante mayor, sentado en el taller supervisando el trabajo de sus hijos Antonio y José. Les veía trabajar las pieles, calentar los hierros, discutir acerca de la encuadernación que debía llevar cada libro. José trabajaba con ellos en la parte más difícil, la de saber encontrar el modelo adecuado, el equilibrio en los motivos, y en los colores, la sobriedad de lo clásico y la innovación de los estilos actuales. Era sin duda un maestro.

Durante más de sesenta años, el taller de Galván ha mantenido una producción de encuadernaciones que ha sido muy bien recibida por los profesionales de la encuadernación y por la comunidad bibliófila nacional e internacional.

Se aprecia como rasgo más general del taller su cualidad de “taller total” donde se realizan todas las tareas necesarias para la construcción del libro (cosido, enlomado, encartonado y chiflado de la piel) y para su decoración (dorado de planos y cortes, gofrado, mosaicado), todo a mano según técnicas tradicionales. Ocasionalmente el taller ha diseñado los hierros para sus propias encuadernaciones y trabaja regularmente papeles marmoreados que han sido expresamente concebidos para la obra encuadernada.



Es decir, siguiendo el ideario de su padre, llevan a cabo todas las operaciones necesarias para realizar sus obras; la construcción del libro, los diseños y proyectos de decoración, el trabajo con los hierros-dorado, gofrado y mosaicos- que realiza mi abuelo Antonio con pan de oro y clara de huevo, como los maestros artesanos de los siglos XVIII y XIX,con excepcional maestría y que le ha valido los más altos elogios; también la decoración de los papeles de guardas, muy reconocidos por su belleza, que tan maravillosamente realiza José y que han pasado a ser protagonistas de las medias encuadernaciones.

En el estilo técnico destaca la solidez en el cosido de los pliegos, realizado con cuatro o cinco bramantes correspondientes al número de nervios y la precisión en la utilización de los pequeños hierros de perfiles muy finos que permiten bellos trazados de menudos hilos de oro. Los Galván realizan las prácticas más genuinamente artesanales de la encuadernación tradicional.

Las decoraciones de sus obras, son acordes con el propio libro, no sólo respecto al contenido sino también a la época. Es decir, cada libro necesita una encuadernación adecuada que sea como el anuncio de las ideas en él contenidas. Por ello, según ellos, este arte consiste en tener conocimientos históricos, además de técnicos. Hay que saber qué traje le va bien a cada libro.

Siguiendo esta premisa, podemos encontrar obras clásicas junto a otras de composición moderna en las que destacan un alegre cromatismo conseguido mediante el mosaico. En cualquiera de los dos casos, hay que resaltar por encima de todo el impecable manejo de los hierros, tanto en dorados como en gofrados y mosaicos, con una técnica cultivada con infinita paciencia y precisión.



Para los Galván el diseñador de decoraciones artísticas debe ser muy exigente con las nuevas tendencias decorativas y aunque debe estar abierto a manifestaciones artísticas del momento, no debe caer en la concepción y realización de trabajos absurdos y grotescos con el pretexto de la modernidad, pues el arte debe estar al servicio de la inspiración y de la belleza y no sólo al de la originalidad y por supuesto en su caso ajustándose siempre a las características del libro que encuaderna, tipografía, color, grabado, fecha, lugar de impresión e ilustraciones.

Aunque los Galván no se oponen a las nuevas tendencias para la realización de nuevas decoraciones (algunos la consideran más bricolaje o manualidades artísticas), valoran mucho más las realizadas con los elementos y técnicas clásicas de la encuadernación, dorado, gofrado y mosaico de piel, cuyo dominio requiere aparte del gusto innato, tiempo y destreza, una demostración de un conjunto de dificultades técnicas vencidas.

En su taller de Cádiz los Galván proyectan decoraciones clásicas y modernas que ellos mismos realizan a mano junto al dorado de los cortes o el pintado de papeles y a las muchas operaciones necesarias para llevar a cabo con éxito una encuadernación
de arte u otra más modesta, siempre realizada con materiales de primera calidad y exigencia técnica.



La obra desarrollada por los Galván y divulgada por las más importantes revistas profesionales así como sus colaboraciones en la prensa escrita y televisiva han contribuido a la divulgación y conocimiento de la encuadernación artística. Su continuidad está garantizada pues sus hijos son conscientes de ser herederos de una de las joyas más admiradas de Cádiz.




BIBLIOGRAFÍA:

Checa Cremades, José Luis: “El arco y la serpiente”. El Taller Galván y la
encuadernación europea (1941-2008). Ed. Olleros y
Ramos. Madrid 2008.

Martínez López, Rosario: “La artesanía se hizo Arte. El Taller de Galván”.
1949-1999. Fundación BCH y Excmo. Ayuntamiento de
Cádiz. 1999.

Baldó Suárez, Dolores: “Arte y encuadernación. Una panorámica del S. XX.”. Ed.
Ollero y Ramos. Madrid 1999.
“Arte y diseño en el libro. Maestros encuadernadores 1920-
1970”.Zaragoza. 1997.

Brugalla, Emilio:” En torno a la encuadernación y las artes del libro” Madrid. 1996.
“ El arte de encuadernar y su evolución”.Barcelona. 1965.

Carrión, Manuel: “Encuadernación española en los siglos XIX y XX”. Madrid.1996.
“La Encuadernación Artística Española” Madrid. Julio Ollero. 1992.

Biblioteca privada de la familia Galván.






CRISTINA ROCHA GALVÁN (2ºBACH "B") Y YOLANDA DOMÍNGUEZ FERNÁNDEZ (2º BACH "A")

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.