¡Terminamos ya el curso! El último día para poder subir trabajos será el día 8 de Mayo a las 23:59. A ponerse las pilas que ya queda poquito!!!!

lunes, 22 de febrero de 2010

CASAS VIEJAS 1933

LOS SUCESOS DE CASAS VIEJAS


“Casas Viejas está en memoria
dentro nuestra región
y grabado está en la historia
de todo el pueblo español.
Todos eran inocentes
pero eran hombres valientes
y por lo que tos lucharon
con toda la fuerza
de su corazón.
Todos ellos defendían
solamente un ideal
con tal coraje y tal rabia
que los tuvieron que quemar…”

Pasodoble de Los Piratas. 1980


Sobre lo que ocurrió en Casas Viejas en el año 1933, se ha generado una polémica sobre si se debe o no hablar de los acontecimientos trágicos que ocurrieron durante la Guerra Civil. Estos hechos guardan tanta importancia y trascendencia que no se deben ocultar, sino, al contrario, se deben discutir, dejando por supuesto el resentimiento, el odio o el rencor fuera, pues la vida de muchas personas y familias se vieron marcadas a partir de ellos.


La llegada de la segunda República aumenta las esperanzas del campesinado por las promesas de una Reforma Agraria que solucionará sus graves problemas con la subsistencia diaria. Una mayoría abrumadora trabaja en el campo, cuando puede, siendo sus condiciones de vida infrahumanas. La estructura latifundista de la propiedad y su casi exclusiva dedicación a la ganadería hace que el jornalero disfrute de escasas temporadas de trabajo y pase abundantes penurias económicas. Los caciques y autoridades locales tratan de sofocar cualquier intento de asociación proletaria del campesino aumentando la crispación y la posibilidad de revueltas y conflictos.


El 13 de febrero de 1933, el presidente del gobierno Manuel Azaña transcribe en su Diario: “tengo malas noticias de lo de Casas Viejas. Me temo lo peor” Efectivamente, un suceso al que al principio no se le dio ninguna importancia por su desconocimiento, terminó por ser una carga de profundidad que dañó irreversiblemente la viabilidad de su gobierno primero y pasó a engrosar la lista de argumentos de los enemigos de la II República.

El objetivo del anarquismo es reconstruir la sociedad. El 8 de enero de 1933, se iniciaron alzamientos anarquistas en Barcelona, Madrid y Valencia. La insurrección fue sofocada rápidamente, pero tres días después, el 11 de enero, estalló inesperadamente la lucha en el pequeño pueblo andaluz de Casas Viejas.

La revuelta de Casas Viejas queda al tanto de las noticias provenientes de Medina Sidonia, pero el aislamiento y marginación tradicional hacen que los insurrectos de Casas Viejas comiencen un levantamiento en solitario, proclamando el comunismo libertario.

En la mañana del 11 de enero de 1933, los jornaleros del pueblo cortan las líneas telefónicas y telegráficas y abren zanjas en la carretera. Concentrados en la plaza destituyen al alcalde, republicano radical, y le exigen que comunique a los guardias civiles que toda resistencia es inútil. Tras esto, los trabajadores se dirigen al cuartel de la Guardia Civil, produciéndose los primeros disparos contra el cuartel que no consiguieron tomar. Mientras se producía este ataque los campesinos quemaron el Ayuntamiento y la casa de arbitrios.

Rápidamente los insurrectos se van a la sierra y llegaron refuerzos de la Guardia Civil y la Guardia de Asalto desde San Fernando, que ocupan el pueblo y matan a un campesino desarmado e hieren a otros dos. Llegan con órdenes expresas de sofocar la insurrección. Doce guardias de asalto y cuatro guardias civiles al mando del teniente Fernández Artal comienzan los registros de las casas. Se detiene entonces a Manuel Quijada Pino, reconocido por la guardia civil como uno de los que disparaban contra el cuartel.

Se produce la búsqueda de los revolucionarios casa por casa, sin encontrar a nadie, hasta que llegan a la choza de un carbonero llamado Seisdedos, el cual no había participado en la revuelta, pero había decidido proteger a su familia dentro de la choza. Al tratar de violentar la puerta el guardia de asalto Martín Díaz muere de dos disparos a quemarropa y cae en el interior de la choza. Los guardias, parapetados detrás de una tapia, conminan a los del interior a que salgan con las manos en alto. Nuevos disparos desde la choza y cae herido el guardia Madras. El teniente manda al detenido Quijada para que convenza a Seisdedos y a los otros de que no tienen más remedio que rendirse. Se para el tiroteo y hay calma hasta llegada la noche, momento en el que llegan más guardias de asalto desde Cádiz. Traen bombas y una ametralladora. Al día siguiente llegaron más refuerzos al mando del Capitán Rojas. Rojas ordena el ataque con granadas y llega un telegrama terminante del gobernador: “Es orden terminante del ministro de la Gobernación se arrase casa donde se han hecho fuertes los revoltosos”

Siguiendo las órdenes del Capitán Rojas, los guardias preparan unas piedras envueltas en algodón impregnado de gasolina. Incendiaron la choza, matando a ocho hombres y mujeres. A continuación ejecutaron una terrible venganza en el pueblo, fusilando a otros doce hombres.

Al amanecer los guardias recorren distintas casas con la orden de Rojas de disparar contra el que se resistiera a abrir su puerta. Un viejo jornalero muere en el umbral de su casa y doce jóvenes aldeanos son capturados al azar y fusilados aplicándoles la “ley de fugas” pese a que según todos los testimonios, eran inocentes pues no quedaba en el pueblo ningún miembro del sindicato.

La prensa nacional y sobre todo la oposición a Manuel Azaña se hacen rápidamente eco de la tragedia y la usan como instrumento para forzar la dimisión de Azaña y acabar de paso con el bienio progresista. Tanto el debate del Parlamento como los posteriores juicios no lograron limpiar la mancha de sangre que acarrearía el nombre de Casas Viejas durante toda la etapa franquista. El suceso de Casas Viejas simbolizó la furia y el martirio que padecieron los campesinos andaluces que carecían de tierra.

Al mismo tiempo, el general Francisco Franco, irritado por las desconcertantes hostilidades, concluyó que la República no podía gobernar, por lo que decidió preparar un golpe de estado. El alzamiento de Casas Viejas se convirtió en uno de los incidentes que condujeron a la Guerra Civil.























Y ahora, para haceros más amena la historia, os dejo con dos vídeos... Espero que os haya gustado el trabajo. Quiero con él que no olvidemos las atrocidades que se han cometido. Debería servirnos este recuerdo para no volverlas a cometer... pero eso es una utopía. El hombre volverá a tropezar una y otra vez con la misma piedra, y por la lucha de unos ideales, sean cuales sean, del bando que sean, se cometerán más injusticias... Esperemos que alguna vez aprendamos de nuestros errores.






BIBLIOGRAFÍA:

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