¡Terminamos ya el curso! El último día para poder subir trabajos será el día 8 de Mayo a las 23:59. A ponerse las pilas que ya queda poquito!!!!

viernes, 7 de mayo de 2010

Carlos Edmundo de Ory

"[...] Desde años hace no conozco nada
fuera del mundo huellas deposito
sin dejar rastro nuevas
embisten las guadañas

Y me limito herido por el ocio
hundir mis miembros
en el espacio y en la llama".


Una de las figuras más brillantes de la cultura española del siglo XX (y de las menos reconocidas por la oficialidad) es la del gaditano Carlos Edmundo de Ory. Poeta, ensayista y traductor, su obra representa uno de los esfuerzos vanguardistas más importantes dentro de la literatura española tras la Guerra Civil. Resalta además su valor universal, siendo un autor muy bien considerado en el extranjero y cuya poesía se nutre de las más diversas influencias.

Biografía

Carlos Edmundo de Ory nace el 27 de abril de 1923 en Cádiz, hijo del poeta modernista Eduardo de Ory. Desde su juventud disfruta por tanto de contactos en la vanguardia poética española, llegando incluso a mantener correspondencia con el exiliado J.R.J. Sus dos primeros volúmenes de poesía, Sombras y pájaros (1940) y Canciones amargas (1942), siguen las pautas del modernismo.

A continuación, De Ory se traslada a Madrid, y puede decirse que entonces comienza su verdadera actividad como poeta y agitador cultural en la tibia y deprimente posguerra. En 1945, junto con el poeta y pintor Eduardo Chicharro y el italiano Silvano Sernesi funda el núcleo básico del Postismo, concebido como un postrero movimiento continuador de las vanguardias previas a 1936. Marginales y opuestos a las corrientes dominantes en la poesía de la época (arraigada, desarraigada, social), los postistas abogaban por un arte enraizado ante todo en el surrealismo y el dadaísmo, aunque con la intensa aspiración de superar su caída en la convención y la falta de creatividad. El movimiento publicará en total cuatro manifiestos en sendas revistas literarias de la capital, para finalmente disolverse en 1950.

En 1951, De Ory lleva a cabo junto con el pintor dominicano Darío Suro una nueva tentativa fallida de revitalizar el vanguardismo con la publicación de un Manifiesto introrrealista, defendiendo una creación destinada a la autoexploración psíquica y espiritual con fines catárquicos y liberadores. Pese a todo, su actividad comenzó a llamar la atención de autores como Aleixandre o D'Ors, que le manifestaron su apoyo.

En 1955 Carlos Edmundo de Ory se traslada a vivir a París, y desde entonces lo cierto es que su tarea creativa se desarrolla principalmente en Francia, donde le es posible un contacto más directo con la modernidad poética europea. A partir de 1968 se establece en la ciudad de Amiens, donde funda el Atelier de Poésie Ouverte (APO), apoyando la creación artística como trabajo colectivo.


Puede decirse que es a partir de la década de los 70 cuando la obra de De Ory comienza a adquirir reconocimiento crítico oficial, publicándose la antología Poesía 1949-1969 (1970) y el volumen recopilatorio Metanoia (1978). Desde entonces, su poesía se encuentra en un estado de constante revaloración, siendo reconocido a nivel europeo como uno de los principales representantes del vanguardismo en la segunda mitad del siglo XX. Como anécdota y dato significativo a este respecto, baste decir que Allen Ginsberg (poeta beat y figura mítica de la cultura popular norteamericana) llegó a preparar un libro en torno al autor gaditano y su obra que jamás ha llegado a publicarse.

Actualmente, a sus 87 años de edad, De Ory continúa alternando su vida en Amiens con constantes visitas a España, donde su imagen es hoy plenamente reconocida. Sin ir más lejos, en el año 2006 recibió el título de "Hijo Predilecto de Andalucía". De su producción en las últimas décadas destacan volúmenes como Los sonetos (1963), Música de lobo (1970), Técnica y llanto (1971), Lee sin temor (1976), Energeia (1978), Nabla (1982), Nuevos aerolitos (1985) o Soneto vivo (1988).

Obra poética

Como ya se ha indicado anteriormente, la poesía de Carlos Edmundo de Ory destaca por su marcado carácter vanguardista, cercano principalmente al surrealismo.

Es típica de su obra la constante experimentación linguística, amparada por una concepción musical de la escritura: abundan los recursos fonéticos, en el dominio de los cuales De Ory se revela como un absoluto maestro. Del surrealismo hereda el poeta gaditano el gusto por las imágenes impactantes e irracionales, además de un constante trasfondo de búsqueda psicológica y mística de inspiración neorromántica. Otros de los aspectos más sobresalientes de sus versos es la constante alternancia entre humor y profundidad, ironía y culturalismo. Y pese a cultivar el verso libre y anular la puntuación en sus versos, sobresale su dominio de la forma clásica por antonomasia, el soneto, al que de Ory dota siempre de resonancias vanguardistas.

En definitiva, la poco conocida, extensa y compleja obra de Carlos Edmundo de Ory constituye uno de los mayores hitos del experimentalismo literario español en las últimas décadas.

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