¿Y si, en realidad, no estabas soñando? (Parte II)

¡Saludos bloggeros y bloggeras! Estamos aquí de nuevo, Jorge y Carlos, para mostraros la segunda parte de lo que comenzó siendo el análisis de una de las mejores películas de la ciencia ficción moderna; que nos vimos obligados a dividir en dos debido a su extensión. Esperamos que os guste más aún, si cabe, que el anterior. Si nos situamos al final del anterior fragmento, nos detuvimos cuando César, borracho, se echó a dormir en la acera en mitad de la noche.

Por la mañana, Sofía le despierta sorprendentemente de su letargo; y sin venir a cuento le besa. Ésta, a lo largo del camino de vuelta a casa le explica todo lo enamorada que está de él y todo lo que siente no haberle hecho caso durante el período de su enfermedad.

César, aún con su rostro desfigurado; estaba feliz: La chica de sus sueños estaba con él.
Para mayor inri, días más tarde recibe una llamada de sus médicos, en la que le comentan que se ha establecido una nueva técnica quirúrgica capaz, muy probablemente, de reconstruir su cara.
La alegría es total… jamás habría soñado algo tan perfecto.

Tras la operación regresa a casa; Sofía le espera allí. Al quitarse las placas y las vendas que envolvían su cara, observa ante un espejo que su rostro era el mismo que el de antes de que comenzara esta fatídica pesadilla.
Por lo tanto, vivía en auténtica euforia; nada podía ser mejor.


Sin embargo, esa misma noche, tras haberse acostado con Sofía, se despierta a su lado; y observa como su cara no es otra que la de Nuria, la misma que hacía meses intentó suicidarse con él dentro. Su reacción fue automática: saltó de la cama inmediatamente y se dispuso a lanzar cosas contra ella; atándola, mientras llamaba a la policía. La chica, asustada insistía en que era Sofía, que César estaba delirando o sufriendo una alucinación; éste la maltrata y la insulta; ya que ha sido la causante de todo el sufrimiento antes pasado.
César pensó que sobrevivió al accidente, y que los forenses nunca encontraron su cuerpo. Sin embargo, al llegar la policía lo detienen a él.

Le acusan de haber maltratado a Sofía, de haberle propiciado una serie de golpes intencionados, así como gran variedad de insultos despectivos.
El protagonista, asombrado, les insiste que se trata de Nuria, que jamás maltrataría a Sofía.
Parecía que todos veían la cara de Sofía donde él solo veía el rostro de una asesina.
No fue procesado, ya que la chica no presentó cargos contra él.
Al salir de la comisaría rápidamente corrió hasta casa de Sofía con intención de hablar con ella, ya que todo resultaba estúpido y sin sentido.
Al llegar, observó su cara y vio en ella la de Sofía y no la de Nuria. De nuevo, todo volvía a la normalidad. Parecía que había sufrido un brote de esquizofrenia o algo parecido que le hiciera ver las cosas de otra forma.

Durante el tiempo que pasaron en su casa, todo era normal. Pero, tras volver a hacer el amor con ella; vio como su cara volvía a ser la de Nuria.
Muy sorprendido, pensó que ésta, había acabado con ella y estaba falsificando su identidad. Por lo tanto, la mató; se dispuso a asfixiarla con una almohada.
Tras levantar la almohada de su cara, ¡Sorpresa!, era Sofía la que se encontraba tras ella.
Había asesinado a la chica de sus sueños; volviéndose loco, se dispuso a escapar de allí rápidamente.
Mientras bajaba las escaleras, observó en un espejo del descansillo, que su cara estaba destrozada, su rostro reconstruido era de nuevo, aquella cara desfigurada que le trajo consigo aquella pesadilla, antes contada.

Fue arrestado, además de internado en un hospital penitenciario.
Su diagnóstico principal fue esquizofrenia, aunque su Psicólogo, Antonio (Chete Lera), intentó estudiar su caso más profundamente tras sesiones de hipnosis.
En estas sesiones, César repitió varias veces la palabra ELI, y explicó que tenía una visión en la que aparecía él entrando en unas grandes oficinas; a partir de ahí no se acordaba de nada.
Tras una larga charla con su psicólogo, llegaron a la conclusión de que esa palabra se refería a L.E. las siglas de la empresa Life Extension. Antonio, pidió permiso al penal psiquiátrico para llevar al recluso a los edificios de dicha empresa, en el centro de Madrid.
Al llegar allí, los responsables que trabajaban de cara al público, les explicaron el servicio de esta empresa.

Según este oficinista, Life Extension, permite al cliente firmar un contrato, según el cual, en el momento de su muerte sería congelado, para posibles descongelaciones en el futuro, en el que reinará la tecnología y pudiera ser despertado y curado de su enfermedad.
La crionización era el principal aspecto de este colectivo; sin embargo, el responsable de la empresa, le explicó la segunda opción que le ofrecían al público: La Cláusula 14.

Este contrato, permitía al cliente en el momento de su muerte, vivir un sueño de forma indefinida. La empresa sobreponía una vida virtual en la persona, borrando momentos que no quisiera recordar, ya que son desagradables y preferiría olvidarlos. El director de la empresa, le condujo a la azotea del edificio y le explicó que tras sufrir el accidente, César estaba muy deprimido y apenado y decidió contratar la Cláusula 14.Tras contratarla, se suicidó con los analgésicos recetados por el médico.
La empresa en el futuro, introdujo en él su sueño y usó de empalme el momento en el que se quedó dormido en la acera.

Por ello, cuando se despertó Sofía estaba enamorado de él y su cara podía ser reconstruida por una técnica imaginaria.
Sin embargo, ese sueño había sufrido desperfectos y una serie de fallos que le hicieron vivir una pesadilla, como ver el rostro de Nuria en el cuerpo de Sofía, o ver su cara desfigurada en el espejo tras ser operado.
En el mundo real, se encontraban en el año 2150, las técnicas médicas habían avanzado mucho, y muy probablemente podrían reconstruir su cara.
Por lo tanto, César quiso despertar.
El final lo dejamos en el aire, queriendo así suscitaros interés para que de aquí en adelante estéis dispuestos a verla; realmente, no es la más conocida pero... es importante que sepáis que Tom Cruise, le financió a Amenábar todo el coste de la película Los Otros, a cambio de poder realizar un plagio de Abre los Ojos en EE.UU: Vanilla Sky.
En definitiva, esperamos que os haya gustado y que la narración de la película os haya mantenido atados a la pantalla durante algunos minutos; suponemos que el mensaje os habrá quedado totalmente claro; deseamos que lo tengáis en cuenta y que en vuestra vida diaria no miréis aquello que es superficial y pasajero; ya que lo realmente importante no podéis verlo, pero está más cercano de lo que pensáis; la belleza interna es la base de la apariencia.

Os dejamos la excelente Banda Sonora, obra del propio Amenábar y de su compañero y amigo Mateo Gil.



En cuanto a la bibliografía volvemos a señalar que el contenido recogido en el artículo procede de nuestro propio conocimiento, aunque las imágenes proceden de Google y el vídeo de Youtube.
Aquí establecemos el punto y final; deseamos que os haya resultado entrenido y didáctico para que así lo apliquéis en vuestra vida diaria.


Carlos Carbonell y Jorge Alcina