Primo de Rivera

Miguel Primo de Rivera y Orbaneja (1870 – 1930) nació en el seno de una familia jerezana de tradición militar, hijo de Miguel Primo de Rivera y de Sobremonte con Inés Orbaneja y Pérez de Grandallana. A la edad de catorce años ingresó en la Academia Militar tras completar la instrucción, fue destinado a Melilla, destino en el que logró una serie de rápidos ascensos que le llevaron al grado de capitán. Siguió su carrera militar y en 1902 se casó con Casilda Sáenz de Heredia, que murió tras el parto de su sexto hijo.

Después de este duro golpe, Primo de Rivera fue destinado a las tierras del Rif, para luchas en la Guerra de Marruecos. Tres años después fue nombrado general de brigada gracias a sus méritos militares. En 1915 volvió a la península como gobernador militar de Cádiz y se manifestó a favor de abandonar la guerra en el norte de África.

Más adelante, llegó al cargo de capitán de Valencia, Madrid y Barcelona. En Barcelona tuvo que hacer frente a los grupos anarquistas más radicales, además del problema del pistolerismo patronal y el nacionalismo catalán. Gracias a su represión, se ganó el apoyo de los sectores más conservadores de la Lliga.

Debido a la situación existente en España agravada por las consecuencias del Desastre del Annual en Marruecos (donde pierde a su hermano Fernando) y al Expediente Picasso, Primo de Rivera redacta un Manifiesto en el que propone la consecución de un Directorio Militar y su permanencia en el poder hasta solucionar los problemas por los que pasaba el país. El rey Alfonso XIII le nombra presidente del Consejo de Ministros con plenos poderes y confía en que su régimen dictatorial podría ser la solución para España.

Aunque aparentemente se mantenían los derechos constitucionales de 1876, las libertades quedan suprimidas, la autoridades civiles se sustituyen por militares y se declara un estado de guerra (el poder del rey recae sobre el ejército). Había terminado el régimen de la Restauración, comenzando la dictadura de Primo de Rivera, que contaba con el apoyo de la Iglesia Católica, el Ejército, buena parte de la patronal y las fuerzas conservadoras en general.

Su dictadura, aunque formalmente inspirada en el modelo fascista de Mussolini, fue menos totalitaria y de carácter fundamentalmente conservador.

Durante el Directorio militar, persigue a los anarquistas (declarando ilegal el sindicato de la CNT), a los comunistas (que se habían adherido a la Tercera Internacional) y a los catalanistas, suprimiendo la Mancomunidad de Cataluña.

Eliminó todos los partidos políticos creando un único partido: la Unión Patriótica (1924).

Reforzó el proteccionismo estatal en favor de la industria nacional, fomentó la construcción de grandes obras públicas y prohibió el uso de las lenguas regionales en los actos públicos.

En cuanto a la política exterior, la guerra existente en Marruecos por la ocupación del Rif termina con el desembarco en Alhucemas, programado por el mismo Primo de Rivera, que consigue la plena conquista del territorio.

El Directorio militar dio paso a un Directorio civil y se nombró a una Asamblea Nacional que elabora un proyecto de Constitución (aunque no llega a conseguirse).

La población española comenzó a darse cuenta de la ineficacia de la dictadura y la oposición creció: en 1926 se crea la Alianza Republicana y en 1927 la Federación Anárquica Ibérica (FAI). Además, el socialismo separa los lazos que tenía con el régimen dictatorial en 1928.

La economía española también se ve seriamente afectada por el crack de la Bolsa de Nueva Cork en 1929. Esto provoca la dimisión del ministerio de Hacienda José Calvo Sotelo, lo que hace aumentar aún más la oposición.

Finalmente, en 1930 Miguel Primo de Rivera renuncia a sus cargos el 28 de enero y se exilia en París, donde moriría más tarde el 15 de marzo.

Alfonso XIII nombra como nuevo presidente al general Dámaso Berenguer, cuyas acciones eran lentas y sus decisiones no tenían el éxito necesario. Por esto, su presidencia fue conocida humorísticamente como la “Dictablanda”.

Los opositores firmaron el llamado Pacto de San Sebastián para actuar conjuntamente e instaurar la República en España. Se forma un Comité Ejecutivo Republicano presidido por Alcalá Zamora, que sería el futuro Gobierno Provisional de la República.

Ante esta desfavorable situación, el general Berenguer convoca elecciones generales en marzo de 1931, pero los opositores y algunos partidos monárquicos se niegan a celebrarlas, lo que ocasiona la dimisión del presidente, que fue sustituido por el almirante Aznar.

Aznar convoca elecciones municipales cuyo resultado fue la victoria de los republicanos. El Comité pide inmediatamente la expulsión del rey del país. El Gobierno de Aznar acepta las condiciones y Alfonso XIII marcha al exilio. Así comienza la Segunda República en España.

Publicado por: Paloma Aragón y Belén Bustamante

Bibliografía: www.wikipedia.com, Historia de España editorial EDELVIVES.